martes, 2 de diciembre de 2008

HoY cOnOcÍ a ALi


HoY cOnOcí a Ali


Buscando entre la vida y la muerte me encontré con una silueta que no conocía, creo que tan solo la había visto años atrás pero nadie me la había presentado. Estaba sentada escribiendo algo, no me dejó leerlo, dijo que todavía no estaba listo y que más adelante tendré ya contacto con todos sus texto y que por ahora no era prudente. Pude leer casi nada, pero fue suficiente para saber que era Ali, ya no lo pudo negar, no podía mirarme a la cara y decirme que no, pero eso sí llevaba la oscuridad en los ojos, la melancolía en el hablar y sangraba con cada palabra que escribía; Epidemor tenía razón cuando me dijo que sentía que ella había nacido con la tristeza adherida. No sé porque no me sorprendió saber que era Ali, ya me lo imaginaba; cada vez que se me acercaba tenía esa maldita sensación de que algo me ocultaba, siempre fui insistente en preguntarle si era ella pero me lo negaba de tal manera que me convencía. Canasada de tanto insistir en su búsqueda me dejé llevar por el olvido; eso sí deben saber que la estuve buscando como a nadie porque de ella dependía mi yo.




Mientras la sangre fluía por las noches ella se dedicaba a escribir escondiéndose detrás de un nombre. Le hize un interrogatorio de tan solo media hora por que tenía prisa, dijo que carecía de tiempo y por eso no la veía tan seguido por aquí, que entre los finales y el trabajo la consumían totalmente. Sentí que quería parecer extraña, eso le entendí; me dejaba pensando con cada palabra que decía: que la muerte era vida, que la felicidad estaba en la noche, que el tiempo es complice de tus sueños y sobre todo que la soledad es la marca de nuestro nacimiento.



Al final de nuestro dialogo le conté que me estaban confundiendo con ella, que no me lo tomorá a mal si la suplantaba por unos momentos, tan solo esbozó una sonrisa y me dijo que si quería me podía regalar su sombra, que me daría su vida sin censuras -le dije que lo hiba a pensar.



Bueno, después de nuestra pequeña plática me pidió un favor que al inicio dudé en cumplírsela; me dijo: "No quiero que nadie sepa quien soy yo"; le pregunté por qué y me respondió: "porque tú eres yo". Eso es mentira -le dije- porque yo no soy tú; sino tú eres yo... y desapareció.



Ahora tan solo quedaba yo... y nadie más.



GRACIAS EPIDEMOR

12 comentarios:

Nadies dijo...

De nada.

Ya era hora.

;)

sut'uch dijo...

“Ud. ha de exponerse demasiado...hablar mas de lo debido para esconder lo predicho es solo afianzar el filo de la verdad.”
...
tengo tantas cosas que he de callar...
adios

DaHída Ayesha dijo...

Ya no quiero esconderme!! SEÑOR ALF

Gabriela Parra dijo...

quien ha de esconderse?

Anónimo dijo...

En realidad nadie ha de esconderse...

Tengo una cuenta pendiente con usted DaHía... esa última entrada es mía...

Ya hablaremos luego...


AYeShA ZiX3L

halfing dijo...

no, no era ella, era otro...
supongo que su vida era conseguir aquello que otro deseaba.(no lo deseaba)

¿que intenta?
¿que intenta?

no responda, no hay palabras. ud. no ha de nacer.

DaHída Ayesha dijo...

Es verdad yo nunca nací...

Tiene tazón Halfing, yo no existo

Pablo Villanueva H. dijo...

""""vinieron por sepearado, pero que bueno que ya se juntaron""".
Muy buena forma de expresarlo

Oswaldo Bolo Varela dijo...

Intentaré escrbir.

En vista de los comentarios emitidos a tan misteriosa entrada, no queda más que recordar un cuento que alguna vez intenté hacer y que -como la mayoría de cosas que hago- deje inconclusa; el punto es que no hay punto, y aunque lo malo sea lo bueno, yo no quiero saber qué es esto, para jugar un juego de salida de emergencia y tal vez hace falta un poco de misterio, así mejor sería el ayer, aunque, tal vez, si, ¿dios?, no. FIN.

HE ESCRITO...

Gabriela Parra dijo...

y COMO ha escrito!

MoiZés AZÄÑA dijo...

Triste, noche, felicidad... Pose. Rareza, extras, muerte... Asiento. Negación, afirmación, duda... No... Sí.

José Arroyo dijo...

Insisto: para que exista la cara de alguna moneda, debe existir el sello, la otra cara.